Halloween tiene su origen en una festividad céltica, que significaba fin del verano.
Los antiguos celtas creían que la línea que une a este mundo con el otro mundo se estrechaba con la llegada del Samhain, permitiendo a los espíritus (tanto benévolos como malévolos) pasar a través. Los ancestros familiares eran invitados y homenajeados mientras que los espíritus dañinos eran alejados.
Se cree que el uso de máscaras y disfraces se debe a la necesidad de ahuyentar a los espíritus malignos. Su propósito era adoptar la apariencia de un espíritu maligno para evitar ser dañado.
En 1840 esta festividad llega a Estados Unidos, donde queda fuertemente arraigada. Los inmigrantes irlandeses transmitieron versiones de la tradición durante la Gran hambruna irlandesa.
Sin embargo la fiesta no comenzó a celebrarse masivamente hasta 1921.
Hoy en día Halloween es una de las fechas más importantes del calendario festivo estadounidense y canadiense.
El hecho de que esta fiesta haya llegado hasta nuestros días es, en cierta medida, gracias al enorme despliegue comercial y la publicidad engendrada en el cine estadounidense. La imagen de niños norteamericanos correteando por las oscuras calles disfrazados de duendes, fantasmas, y demonios, pidiendo dulces y golosinas a los habitantes de un oscuro y tranquilo barrio, ha quedado grabada en la mente de muchas personas.
La leyenda dice que en esa noche los espíritus visitaban las casas de sus familiares, y para que los espíritus no les perturbasen, los aldeanos debían poner una vela en la ventana de su casa por cada difunto que hubiese en la familia. Si había una vela en recuerdo de cada difunto, los espíritus no molestaban a sus familiares, si no era así los espíritus les perturbaban por la noche y les hacían caer entre terribles pesadillas.
TRUCO O TRATO
Originalmente el truco o trato era una leyenda popular de origen céltico según la cual no solo los espíritus de los difuntos eran libres de vagar por la tierra la noche de Halloween, sino toda clase de entes procedentes de todos los reinos espirituales.
Entre ellos había uno terriblemente malévolo que deambulaba por pueblos y aldeas, yendo de casa en casa pidiendo precisamente "Truco o Trato".
La leyenda asegura que lo mejor era hacer trato, sin importar el costo que éste tuviera, pues de no pactar con este espíritu (conocido como Jack O'Lantern), él usaria sus poderes para hacer "truco", que consistiría en maldecir la casa y a sus habitantes, dándoles toda clase de infortunios y maldiciones como enfermar a la familia, matar al ganado con pestes o quemar la propia vivienda.
Como protección surgió la idea de crear en las calabazas formas horrendas, para así evitar encontrarse con dicho espectro.
En la actualidad los niños se disfrazan para la ocasión, después llaman a las puertas y pronuncian la frase "truco o trato". Si los adultos les dan caramelos, dinero o cualquier tipo de recompensa, se interpreta que ha aceptado el trato. Si por el contrario se niegan, los chicos les gastarán una broma, siendo lo más común arrojar huevos o espuma de afeitar contra la puerta.
Así que tener preparado ese dia un buen puñado de caramelos por si esos diablillos llaman a vuestra puerta. JEJEJE.
FELIZ NOCHE DE HALLOWEEN.
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